No vuelvo más a apartamentos chinasol, donde el propietario de la habitación 606, juan antonio orihuela, se anuncia como apartamentos sol y playa. La habitación no había sido limpiada ni higienizado. El toldo al llegar, desfuncional, no hay vistas, solo se puede ver un trocito de playa. Tres toallas pequeñas y sucias. Sábanas en dos camas ya usadas y sin lavar. La cama de muelles recogida en mueble, sólo tenía un edredón azul grande, muy sucio. Al salir, unas poquitas rayas de cuchillo por cortar un pimiento, el propietario me envió una fotografía con más rayas y me quiso cobrar €250 y después €200. Fatal.
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