Pami

Basta de hacer morir a nuestros mayores por falta de diagnósticos profesionales

Basta de mala atención para los pacientes ancianos que ingresan a la unidad de terapia intensiva (uti) del Hospital Militar Salta (hms). Puntualmente, expongo el caso de mi madre (85 años), que ingresó descompensada porque estaba fría y no articulaba palabra. La internaron en uti con el diagnóstico de bajas pulsaciones del corazón y que necesitaba urgente un marcapasos. Allí permaneció hasta que la operaron, no el hms sino en el sanatorio del carmen, el día 5 de febrero. Estuvo muy bien ese día...pensamos que ya le daban el alta y nos dijeron que el alta se la tenía que dar el hms. La llevaron a la sala de internación y allí fue desmejorando a la vista de los médicos que sólo decían que tenía que esperarse a que se haga el tratamiento por la flema que tenía en el pecho. El día viernes 2/02 se le dice a la doctora que la revisó que no la veíamos bien, que se se le haga una placa radiográfica de tórax y una tomografía y que se cambie de habitación a una paciente que ingresaron en la misma pieza de mi madre que tenía mucha flema amarilla en el pecho y se la aspiraban al lado de mi madre, con todo el contexto de contaminación de virus y bacterias que se generaba. Resolvieron los médicos llevar a mi madre, de nuevo, a la uti, el día sábado 3/02 a media mañana. Por la tarde nos llaman para decirnos que se le había bajado la presión y que querían autorización para ponerle unos tubos que lleven el oxígeno directamente a los pulmones, a lo cual no se accedió por considerar algo invasivo y violento. Finalmente, después de muchos diagnósticos confusos, mi madre fallece el día martes 6/02 al mediodía, con neumonía, respirando gas carbónico por la máscara de oxígeno, ante nuestros ojos, con la impotencia de no poder hacer nada por ella. Tanto el jefe de la uti, los médicos que hacían la ronda y los enfermeros nunca atendieron a mi madre como tenía que ser. Le dieron todo el tiempo de comer cuando sabían que se broncoaspiraba.

Basta de mala atención para los pacientes ancianos que ingresan a la unidad de terapia intensiva (uti) del <a href="/hospital-militar-salta">Hospital Militar Salta</a> (hms). Puntualmente, expongo el caso de mi madre (85 años), que ingresó descompensada porque estaba fría y no articulaba palabra. La internaron en uti con el diagnóstico de bajas pulsaciones del corazón y que necesitaba urgente un marcapasos. Allí permaneció hasta que la operaron, no el hms sino en el sanatorio del carmen, el día 5 de febrero. Estuvo muy bien ese día...pensamos que ya le daban el alta y nos dijeron que el alta se la tenía que dar el hms. La llevaron a la sala de internación y allí fue desmejorando a la vista de los médicos que sólo decían que tenía que esperarse a que se haga el tratamiento por la flema que tenía en el pecho. El día viernes 2/02 se le dice a la doctora que la revisó que no la veíamos bien, que se se le haga una placa radiográfica de tórax y una tomografía y que se cambie de habitación a una paciente que ingresaron en la misma pieza de mi madre que tenía mucha flema amarilla en el pecho y se la aspiraban al lado de mi madre, con todo el contexto de contaminación de virus y bacterias que se generaba. Resolvieron los médicos llevar a mi madre, de nuevo, a la uti, el día sábado 3/02 a media mañana. Por la tarde nos llaman para decirnos que se le había bajado la presión y que querían autorización para ponerle unos tubos que lleven el oxígeno directamente a los pulmones, a lo cual no se accedió por considerar algo invasivo y violento. Finalmente, después de muchos diagnósticos confusos, mi madre fallece el día martes 6/02 al mediodía, con neumonía, respirando gas carbónico por la máscara de oxígeno, ante nuestros ojos, con la impotencia de no poder hacer nada por ella. Tanto el jefe de la uti, los médicos que hacían la ronda y los enfermeros nunca atendieron a mi madre como tenía que ser. Le dieron todo el tiempo de comer cuando sabían que se broncoaspiraba.
Cecilia M 

El jefe de la Unidad de Terapia Intensiva es el doctor Rivadeneira, quien actuó con mucha negligencia en los diagnósticos que nos daba de mi madre. A dos días de la muerte de mi madre, recién ordenaba una dieta rica en proteínas porque nosotros insistíamos diciéndole que mi madre tenía hinchados los brazos, manos y piernas. Los otros doctores y enfermeros también fueron irresponsables y no tuvieron ética profesional para atender la salud de mi madre. Por eso hago público el caso de la muerte de mi madre en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Militar por haber sido mal diagnosticada y por tener la obra social de Pami, ya que ese el tratamiento que les dan en ese hospital a los mayores que tienen Pami. Tremendo el tratamiento por parte de los médicos y enfermeros de ese hospital.

23 de Febrero a las 17:45 hs.Responder

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